Nicaragua enfrenta una agobiante crisis social y económica, en cuyo marco la lucha por la liberación de los presos polÃticos y la denuncia del continuo hostigamiento a los luchadores sociales y sus familiares es de enorme importancia. Al 5 de agosto se contabilizaban 99 presos polÃticos, de los cuales diez se encuentran encarcelados desde antes de la rebelión de 2018.
A pesar de que en junio de 2019 se emitió una amnistÃa, que redujo el número de presos polÃticos de alrededor de 700 a un centenar, las agrupaciones de defensa de los presos polÃticos describen la continuidad de la persecución con la metáfora de la “puerta giratoriaâ€, ya que decenas de personas excarceladas han sido vÃctimas de nuevas detenciones. La amnistÃa también tuvo un gran repudio popular por estar diseñada para dejar en la impunidad los crÃmenes represivos del propio orteguismo, que asesinó a más de 400 personas en la represión contra la rebelión de 2018. La persecución contra toda forma de disidencia obrera, estudiantil y popular ha continuado con expulsiones masivas de estudiantes en las universidades públicas y la realización de numerosos montajes judiciales.
Entre el 4 de mayo y el 4 de agosto del año en curso hubo 63 detenciones de disidentes. De los 99 presos polÃticos actuales, 20 son activistas que fueron liberados y luego recapturados. Entre los presos hay personas que no han sido acusadas o que han sido absueltas de los falsos crÃmenes imputados, pero se les retiene arbitrariamente. Uno de los métodos preferidos por los policÃas orteguistas es fabricar acusaciones de posesión de drogas para encarcelar a activistas opositores y luchadores sociales e imponer largas condenas de prisión. Uno de los presos polÃticos, el estudiante Kevin SolÃs, fue condenado a diez años de prisión luego de que un simpatizante de Ortega le acusara de haberle robado el equivalente a 15 dólares. Ha sido sometido a confinamiento solitario y a torturas.
La salud de decenas de presos se ha deteriorado como consecuencia de las pésimas condiciones sanitarias de las cárceles. Más de 40 presos han denunciado haberse contagiado de covid19. El dirigente campesino Justo RodrÃguez, detenido por protestar en el segundo aniversario de la rebelión de 2018, sufrió un accidente cerebrovascular estando confinado a fines de agosto, y su hermana Emérita RodrÃguez también ha sido detenida al denunciar la situación. Es recurrente el hostigamiento policial y paramilitar contra las familias de las personas detenidas por razones polÃticas.
Varios presos polÃticos y sus familiares denuncian que los partidos de la oposición tradicional hacen muy poco por lograr su libertad. El empresariado y los partidos tradicionales han pactado en numerosas ocasiones con Ortega desde que volvió al poder en 2007, de la mano de varios miembros de la antigua Contra, como su vicepresidente hasta 2012, Morales Carazo. Apoyamos los intentos de sectores de la juventud y el pueblo trabajador nicaragüense de constituir una alternativa polÃtica para luchar consecuentemente por las libertades democráticas y contra el capitalismo explotador y saqueador en Nicaragua. Llamamos a las organizaciones obreras y populares latinoamericanas y del mundo a solidarizarse (*) con la exigencia de libertad para todas las personas presas por razones polÃticas en Nicaragua.
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
2 de septiembre de 2020
www.uit-ci.org
(*) PD: Acompañamos petitorio para sumar firmas a esta campaña
Petitorio
Nosotros y nosotras, activistas e integrantes de organizaciones polÃticas, sindicales, campesinas, de mujeres, estudiantiles y populares, exigimos al gobierno de Nicaragua la inmediata e incondicional liberación de todas las presas y los presos polÃticos.
Firmas Enviar a: uitcuartainternacional@gmail.commailto:uitcuartainternacional@gmail.com